jueves, 30 de abril de 2015

CODEPENDENCIA

La codependencia se caracteriza por una preocupación excesiva de una persona, lugar u objeto, la dependencia hacia otra persona se convierte en una relación patológica afectando en las relaciones con los demás y con uno mismo. No existe el yo, ni el nosotros, solo el TU.
La relación con el adicto/a se vuelve enfermiza, deja de ser una relación entre iguales para tornarse en una relación de poder, puesto que es la situación del consumidor la que determina el ritmo de la vida del codependiente. La habilidad de los adictos de disfrazar la adicción unida a la baja autoestima del codependiente hace que normalmente pase mucho tiempo hasta que el familiar se da cuenta del problema. Suele ocurrir cuando llegan los problemas económicos o problemas de salud con riesgo de perder la vida.
Por otro lado, el codependiente minusválida la personalidad del adicto, fomentando su inmadurez, su incapacidad por valerse por sí mismo, para tomar según que decisiones y ejercer responsabilidades. El adicto, gracias a esta conducta sobreprotectora, se convierte en un parásito.Y al mismo tiempo, el codependiente se cree imprescindible para la supervivencia del adicto.
A veces, para conseguir la recuperación del adicto, primero hay que conseguir que sus allegados acepten la existencia de la enfermedad, ya que el codependiente se vuelve tolerante a la conducta cada vez más destructiva y anormal del adicto.
Estas conductas permisivas son las que impiden que el adicto asuma la responsabilidad de sus acciones, obstaculizando la recuperación.
A la persona coadicta le cuesta mucho aceptar que la recuperación está en manos del propio adicto, y no en las de ella, ya que al no existir limites internos claros, permite que la conducta de la otra persona la afecte.


Para que la recuperación sea exitosa, es tan importante la recuperación del adicto como de todo su entorno. Si una de ambas partes sigue enferma, la recaída es más probable.
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