martes, 4 de noviembre de 2014

El control de las emociones. El cambio cognitivo

      Si procuramos cambiar la evaluación o cómo interpretamos lo que hacemos en una situación, intentaremos  cambiar su significado emocional (sí, se puede cambiar el significado de las emociones... y vivirlas de una forma más benigna), bien cambiando lo que pensamos de la situación o lo que pensamos sobre nuestra capacidad para manejarla (percepción de autoeficacia). Por ejemplo, si piensas que no podrás hacer algo bien, sentirás ansiedad, pero si empiezas a pensar que estás exagerando, que no hay motivo para hacerlo mal porque estás bien preparado, que no tienes que ser perfecto, sino solamente hacerlo, podrás hacer que tu ansiedad disminuya. También puedes probar y pensar que hay otras personas con mas dificultades de afrontamiento que tu).
        
      Esto también puede aplicarse a los sucesos internos. Por ejemplo, si antes de actuar en público, un actor siente su corazón latir deprisa y lo interpreta como una activación que le ayudará a hacerlo mejor y con más energía, sentirá una emoción diferente a la que siente la persona que lo interpreta como un signo de debilidad que le impedirá hacerlo bien.
      Por tanto, un modo bastante eficaz de manejar nuestras emociones comienza por manejar nuestros pensamientos, evaluaciones e interpretaciones de las situaciones, los demás y nosotros mismos.  Si atiendes a tus pensamientos, te darás cuenta de que estos están unidos a las  emociones. De esta forma te darás cuenta de que es mucho mas fácil intervenir a nivel de pensamientos que de emociones.
CuentamElo

1 comentario:

  1. No es nada fácil hacer lo que planteas, nada fácil. Eso sí, hay que intentarlo.

    Un saludo.

    ResponderEliminar